Daniel Dessein, presidente del directorio de LA GACETA y vicepresidente regional de la SIP, integró un panel en el que se repasaron atropellos contra el periodismo en el continente, junto a Pedro Vaca Villarreal, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la OEA y Andrés Mompotes, director de El Tiempo de Colombia, moderados por Martha Ramos, directora editorial de la Organización Editorial Mexicana (OEM).

Los panelistas coincidieron en que el avance autoritario no se manifiesta solo en acciones represivas sino también en estrategias sutiles que buscan debilitar el ejercicio del periodismo independiente y controlar la información disponible para la ciudadanía. “El Estado tiene la obligación de respetar y garantizar la libertad de expresión. Eso implica no intervenir en lo que los ciudadanos o los medios digan sobre el gobierno y reaccionar institucionalmente cuando los periodistas son amenazados o asesinados”, dijo Vaca. El relator de la OEA advirtió que avanzan novedosos mecanismos de censura, de la mano de la desaparición de la efectividad de organismos de control o de las normas de acceso a la información.

Por su parte, el colombiano Mompotes se refirió al fenómeno como una “enfermedad progresiva de la democracia”. “Nuestras sociedades no son conscientes de cómo se ha ido erosionando su salud democrática. El descrédito de la prensa, la deslegitimación constante y la victimización de los gobiernos son síntomas que deterioran lentamente las garantías y la conciencia colectiva de defender una prensa libre” subrayó.

Dessein analizó los cambios en el mapa regional en la última década y la situación argentina durante el gobierno de Javier Milei. “El presidente -afirmó- se postula como vehículo para dejar en el pasado al kirchnerismo pero apela a herramientas discursivas similares para atacar a la prensa”. “El discurso oficial alcanzó niveles de hostilidad inéditos en la boca presidencial, aunque hay una gran distancia respecto de los dispositivos legislativos, judiciales y paraoficiales que se registraron entre 2009 y 2015”, apuntó y advirtió que la polarización redujo el espacio del centro en la discusión pública.